Con la premisa de crear un área de juego accesible, inclusiva y segura para los más pequeños, se remodela íntegramente el recinto, manteniendo el arbolado de porte, cuya valorización y preservación se establece como soporte físico del proyecto. Se persigue un área de juegos donde los niños tengan la sensación de estar jugando en un jardín, al tiempo que se proteja el arbolado. Se proyecta un área de juegos que contemple las diferentes capacidades de los niños pero también sus diferencias de carácter, de manera que a los tradicionales juegos aeróbicos se añade un nivel más sutil de juegos, que estimulen más la imaginación y sean más creativos.
Se organiza el área en varias zonas, por edades y tipo de juego: una zona para niños entre 0 y 2 años, en arenero circular con entradas controladas y murete-banco curvo que permite el fácil control por los cuidadores; otra zona para niños entre 2 y 7 años, situada más baja adaptándose a la topografía, donde ubicar un juego de gran formato y en la parte más retirada del recinto se ubica el columpio, protegido por la empalizada de madera para evitar accidentes por detrás. Entre estas zonas se inserta un nivel de juegos más creativo, como pizarras para dibujar, tres en raya, tejo, juego de los colores, pista para jugar con coches, túnel para esconderse, mapa del tesoro pirata, y tableros de ajedrez y parchís, también pensados para los mayores. Se dispone además de biblioteca infantil para intercambio de libros y juegos de mesa.
La organización de las zonas se ha hecho en función del arbolado existente y mediante la incorporación de abundante vegetación, con el doble objetivo de aislar visualmente el parque del tráfico de calle Mendez Nuñez y de reorientar las visuales hacia el corazón del parque para disfrutar su arbolado.