El edificio responde a una compleja situación urbana de desconexión entre los edificios del Campus, problema que intenta resolver con su implantación. Por otra parte el volumen que ocupe la Fase 1 condicionará las posibilidades de desarrollo e implantación de la Fase 2, que contendrá los usos principales del ITB, por lo que la Fase 1 funciona como herramienta para la recuperación de suelo. Es un edificio sencillo y austero, que renuncia voluntariamente a destacar, al objeto de preparar las mejores condiciones para el desarrollo de la Fase 2 a ubicar encima. Así la Fase 1 del ITB es un edificio-plaza, que aprovecha el desnivel de la parcela para que su cubierta funcione como una gran plaza que actúa como charnela entre el Hospital Universitario, la Facultad de Medicina y los demás usos adyacentes.
El edificio Fase 1 dispone de laboratorios, y animalario, con inclusión de área de máxima seguridad para animales inmunodeprimidos. El acristalamiento de las fachadas y los patios con luz cenital garantizan una correcta y homogénea iluminación de los laboratorios. Los laboratorios se ubican en planta baja, el animalario en semisótano y entre ambos se dispone de una planta técnica de instalaciones, de modo que la cubierta queda liberada para uso público.