El conjunto se organiza en cinco volúmenes destinados a tres unidades de atención a largo plazo con 99 camas, 1 centro de día para 20 plazas y las áreas de apoyo necesarias. La forma de los edificios serpentea para adaptarse a los problemas del solar, la presencia de una autovía por el Este y una pequeña colina por el Oeste definiendo al mismo tiempo un conjunto de patios interiores ajardinados en los que se pretende atenuar y controlar la fuerte presencia del viento Norte.
La opción formal de la ordenación huye voluntariamente de una geometría ortogonal, por considerar que se adaptaría mal a la topografía y que generaría espacios muy estáticos y rígidos. La reducida movilidad y las posibles minusvalías sensoriales y psíquicas de los usuarios obligan a plantear un edificio capaz de cumplir las funciones de casa, barrio y parque, porque toda la vida del usuario se desenvolverá dentro del Centro, y así más que un edificio el Centro es la suma de varios, unidos por una calle curvilínea acristalada con vistas a los patios ajardinados y a los jardines abiertos a sur. Se utilizan formas curvas para conseguir un ambiente más amable con el usuario, evitando esquinas para facilitar el desplazamiento de las personas con poca movilidad.